sábado, 29 de marzo de 2008

Como reconocer a un falso maestro

José Luis es un Catalán bajito y regordete que tiene su residencia en Tecate (Baja California, México) es un gran erudito, un filosofo, un pensador de nuestra época y gurú de las palabras. Este era amigo de un herrero Alemán llamado Edwans ,propietario de una decaída fabrica de botellas de plástico y amante de la buena música. Ambos se fueron un día de pesca a la presa de Otay en la que decidieron pasar la noche de acampada. Después de una cena ligera acompañada por una buena botella de vino y unas cervecitas se fueron a dormir. Algunas horas mas tarde, el anciano se despertó y sacudió a su buen amigo para llamarlo y preguntarle señalando con su dedo hacia lo alto:

- Oye, mira el cielo y dime que ves? - A lo que José Luis respondió.

- Veo millones y millones de estrellas.

- Y eso que te dice? – Volvió a preguntar el abuelo.

- Astronómicamente, me dice que hay millones de galaxias y potencialmente billones de planetas; astrológicamente, puedo comprobar que saturno esta en leo; cronológicamente deduzco que son las 3:25 de la mañana; teológicamente, puedo percibir que dios es todo poderoso y que somos pequeños e insignificantes y, meteorológicamente, sospecho que tendremos un hermoso día mañana.

-¿Y a ti que te sugiere? – preguntó esbozando una ligera sonrisa de satisfacción por la respuesta tan breve y concisa expuesta al viejo herrero.

Edwans lo miro a los ojos durante unos interminables segundos y le dijo.

- ¡José Luis, aparte de ciego no eres mas tonto porque no entrenas, pero no te das cuenta de que nos robaron la carpa!.

Esto mismo nos sucede a muchos de nosotros porque nuestro ego es tan grande que podemos alojar en el todo tipo de conocimientos, pero la inteligencia, la comprensión, el discernimiento no tienen cabida en tan pequeño espacio. Podemos tener unas grandes nociones sobre las artes, la ciencias, las letras, ser doctos en diferentes materias, nuestra cultura nos puede sobrepasar por encima de la coronilla y simplemente quedarse ahí en lo alto si no va acompañada de la inteligencia que no es otra cosa que la capacidad de ver, percibir claramente, discernir, comprender.

Siempre estaremos encadenados al conocimiento, y si se está atado a algo no se es libre, y no digo que el conocimiento este mal, lo que digo es que a cada cosa hay que darle su lugar y el conocimiento tiene el suyo propio que es para ser utilizado cuando lo precisemos y utilizando nuestro conocimiento y la capacidad de discernir es como lograremos hallar el camino que nos conducirá hacia la verdad, la realidad, lo verdadero descartando todo lo que se nos ofrece en el amplio mercadeo espiritual.

Este acto de querer encontrar un camino es tan antiguo como la humanidad ,el deseo de lograr una vía que nos lleve hacia lo sagrado y trascendente nos hace ir de una religión a otra, de una filosofía a otra pero la experiencia de discernir lo sagrado de sus opuestos no esta disponible en el autoservicio espiritual, como mucho, nos podremos encontrar indicios que nos ayudarán a discernir utilizando la única herramienta de la que disponemos “La lógica”, ”La razón” acompañada de una buena sobredosis de cordura y sensatez.

Lo viejo, lo rutinario nos aburre y después de todos los casos de pedofilia y abusos acometidos en diferentes religiones así como el atrayente mundo del hinduismo y el budismo han traído una nueva luz liberadora creando diferentes corrientes y movimientos en los que en sus ashrams imparten cursos, seminarios, danza sufi y hasta incluso si se sabe mover uno encuentra hasta “flamenco activo meditativo” o “rock puro y duro” para descargar toda la mala leche que llevamos encima y cargarnos de energía positiva para dar y tomar.

La búsqueda en el mercado espiritual de instructores, consejeros, tutores, maestros, guías espirituales, escuelas y corrientes que cuanto mas milenarias sean sus supuestas tradiciones de sabiduría mayor será su atractivo entre ellas podemos encontrar también a chamanes y neo chamanes que nos ofrecen limpiezas de aura, descargas de energía positiva a través de sus poderosísimos cristales para que nuestro negocio florezca sin la ayuda de un profesional, ungüentos preparados a base de mil y una hierbas traídas de dios sabe que lugar remotamente desconocido y que por supuesto al ser naturales carecen por completo de efectos secundarios ni contraindicaciones, algo así como la miel o el azúcar de caña para el diabético o la sal y el regaliz para un hipertenso.

Posiblemente algunos de nosotros necesitamos de alguien que nos pueda señalar en la dirección en la cual mirar Pero ¡Cuidado!, ¿Que hacer?, ¿como reconocer la paja del trigo?

Lo primero a considerar es que no es lo mismo un maestro un guía, o un charlatán;

Un charlatán

El clásico charlatán se le reconoce porque por vender si puede te vende a su propia madre para satisfacer su afán de protagonismo o llenar sus bolsillos gracias a nuestra ignorancia y su desfachatez vendiéndonos pasajes hacia nuestro interior, métodos milenarios y transcendentales para alcanzar la iluminación en tan solo 15 sencillos pasos a seguir, curas para el alma en lugar de satisfacciones materiales y un larguísimo etc..

Un maestro te enseña lo que el dice saber

Hasta ahora todos los llamados “grandes maestros” fracasaron en su intento de unificación, de la hermandad entre la raza humana porque en lugar de unir lo que realmente consiguieron fue enfrentar más al hombre contra el hombre (aunque enarbolasen la bandera del amor, la fraternidad, la caridad, la humildad etc.) a causa de las múltiples divisiones creadas por los diversos maestros y si no podemos entender algo tan sencillo como esto entonces mejor no continuemos leyendo pues el resto será demasiado complicado para usted. Podríamos decir que ellos no fracasaron, que es el hombre el que no aprendió o no entendió la lección y digo que todos fracasaron porque es deber de todo maestro que se precie como tal de asegurarse de que cada una de las lecciones queden bien aprendidas por sus alumnos y si no lo hicieren así mejor que tampoco se dejasen llamar maestros y el que lo permitió es el que se puede dar por aludido.

Divide y vencerás.

Y podemos ver por nosotros mismos que cada día que pasa la raza humana se divide a si misma más y más, cada nuevo maestro que hace acto de presencia intentando llenar nuestras mentes de su sabrosa sabiduría ésta nos sobrepasa de tal manera que nos cegamos con su fulminante luz y no vemos mas allá de nuestras propias narices.

La división lo queramos ver o no es la raíz de todos nuestros problemas ya sean estos de índole religioso, político, económico, social, cultural o de nuestro mismísimo ser, puesto que la división externa no es mas que el reflejo de la división interna. La raza humana no es Rusa, ni Americana, pobre o rica, Protestante o Católica Árabe o Judía. Terminemos con las divisiones y entonces podremos hablar de la totalidad, pero desde lo dividido, lo fragmentado pretendemos saber, conocer la verdad, la realidad, la totalidad etc. Pero que ciegos estamos que ilusos somos, la totalidad dividida y uno de sus fragmentos creyendo ser la totalidad.

El problema surge cuando necesitamos de ese guía que nos señale la dirección correcta en la cual hemos de mirar, de ir; puesto que muchos son los pseudo maestros ascendidos o descendidos, los hurís de túnica azafrán, las sectas salidas de las profundidades de la llamada “nueva era”, místicos con supuestos poderes para-anormales, grupos de autoayuda, diferentes formas de realización integral de la persona y un larguísimo etc. que nos prometen el cielo en la tierra

Lo que es bien cierto es que la libertad no puede llegar jamás de la mano de otro y si queremos ser realmente libres tan solo podremos serlo siendo total y completamente independientes, es decir no dependientes de lo que otros nos puedan decir, esgrimir, argumentar, etc. No debemos de perder (aunque perdamos otras muchas cosas) la capacidad de discernir, de ver, de percibir, de darnos cuenta por nosotros mismos.

Tenemos que tener mucho cuidado de no caer bajo la tutela de un todo poderoso, que todo lo sabe y que pregona un sendero espiritual lleno de luz, paz amor y felicidad, pues este seria un indicio de su falsedad.

Si el supuesto gurú de moda, el maestro del vecino del patio de al lado considera que la verdad última gira en círculos y alrededor suyo y de su maestro y que como dueño de la verdad, determina qué es bueno, qué es malo, qué se debe hacer y qué no se debe hacer, entonces tenemos otro indicio de su falsedad. Nosotros y solo nosotros tenemos que ser los dueñ@s de nosotros mism@s, tan solo nosotros tenemos que tener la capacidad de saber que es bueno y que es malo, ese es todo NUESTRO problema.

Si nos prometen un camino lleno no tan solo de rosas, sino de la mismísima luz celestial, el nirvana, la iluminación y nos aseguran que somos los elegidos, los poderosos, los libertadores, los próximos maestros etc., es otro indicio de su falsedad. NADIE NOS PUEDE DAR NADA, TODO LO TENEMOS QUE HACER NOSOTROS yo o cualquier otro guía te puede señalar en la dirección en la cual has de mirar pero quien ha de mirar has de ser tu, ni yo ni nadie puede mirar por ti y si no deseas mirar ese es todo tu problema.

Debemos de alejarnos de los maestros que dicen saberlo todo, los coordinadores de grupo a quienes ningún seguidor los puede cuestionar, los maestros iluminados autoritarios, los profetas reencarnados; si reprimen o fomentan la diferencia de opinión, las dudas, las criticas y discusiones, o si el guía o líder tiene siempre la ultima palabra.

Por favor no se conviertan en los buscadores desesperados que no creen ni en si mismos y necesitan de la ayuda perenne de otros para algún día llegar a ser ustedes mismos.

Aunque pudiera parecer contradictorio algunos de los maestros, ascendidos o descendidos, los gurús, los guías espirituales etc. nos pueden servir como las técnicas de meditación, para darnos cuenta de que ni ellos mismos sirven para nada y otros nos pueden interesar para darnos cuenta de que no los necesitábamos. Es más, llegado el momento nos damos cuenta también de que son un estorbo, un impedimento, un obstáculo inclusive para ellos mismos. Y cuando lleguemos a esta comprensión todo comenzará a cambiar, será el principio del camino hacia la independencia, la liberación, la libertad ya no dependeremos de lo que otros nos puedan decir, dejaremos de ser esclavos de las experiencias, opiniones, ideas, pensamientos, argumentos, explicaciones (verdaderas o falsas) de otros que por muy acertadas que estas nos puedan parecer no son sino sus conclusiones, sus ideas, sus pensamientos, sus experiencias, y de que nos pueden servir a nosotros si los que disfrutan de esas supuestas experiencias de paz, armonía, equilibrio, amor, felicidad etc. son ellos y no nosotros, a lo máximo ellos podrán decirnos que tipo de experiencia tuvieron (si es que realmente la obtuvieron) y como lo lograron, pero no se las pueden dar.

Somos como niños chiquitos que en lo que aprendemos a caminar necesitaremos del apoyo de otros que ya saben y nos pueden ayudar a sostenernos de pie, mientras no sepamos nadar precisaremos de alguien que ya sepa y nos enseñe y es bien seguro que podremos aprender a caminar o a nadar sin la ayuda de nadie, pero si contamos con alguien que ya realizó el trayecto éste se hará más rápido y cómodo. Es como el que llega a un lugar del que sólo sabe de él de oídas, tan solo escuchó hablar de él pero nunca estuvo, si éste cuenta con un guía que le señale en la dirección en la cual ha de ir y si es posible le pueda acompañar seguro que el viaje será mas rápido y cómodo y no se perderá en el mismo.

Un guía es un compañero de viaje que te encamina en la dirección que el tomó anteriormente, alguien que te acompaña, te guía, te señala la dirección en la cual mirar, te indica el camino que has de recorrer junto a él, te avisa de los peligros que encontraras durante el camino, te advierte de los riesgos etc.

Pero te recuerda a cada instante que un día tu también tendrás que comenzar a valerte por ti mismo necesitaras de ir soltándote hasta que comiences a caminar solo y tendrás que dejar de inmediato a tu guía. Dicen que el Buda contaba muy a menudo esta historia:

“Cinco Hombres pasaban por un pueblo. Al verlos, la gente se sorprendía porque llevaban una barca sobre sus cabezas. La lancha era tan grande que casi se estaban muriendo bajo su peso; y la gente les preguntaba.

-¿Qué están haciendo?- A lo que ellos les respondían

-No podemos dejar este bote... Esta es la barca que nos ayudó a cruzar de la otra orilla a ésta, ¿cómo lo vamos a dejar? Gracias a ella estamos aquí, sin ella nos habríamos muerto en la otra orilla... Se hacía de noche, había animales salvajes y era absolutamente seguro que, antes del amanecer nos habríamos muerto. Nunca vamos a dejar este bote. Le vamos a quedar eternamente agradecidos”.

Nosotros no vamos a cargar con el bote (el Guía) ni le vamos a sentir ningún tipo de agradecimiento por lo que supuestamente hizo por nosotros, porque lo que hizo fué porque el quiso y no por recibir nuestro agradecimiento.

Un día tendremos que dejar a nuestro guía, a nuestro acompañante (pues seria incluso peligroso tanto para él como para ti, fíjate que un bote no es peligroso pero si lo seria si dependieses de él incluso para cuando estás en tierra firme y eso es lo que tenemos que hacer, llegar a tierra firme y una vez ahí descargar el bote (a nuestro guía) entonces será el principio de nuestra independencia, nuestra libertad de nuestra liberación, el comienzo de nuestra propia sensatez, madurez, equilibrio del cual surgirá la confianza en nosotros mismos para dejar de depender y confiar en lo que otros nos puedan decir.

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