sábado, 29 de marzo de 2008

Introducción a la Meditación

Que es meditar?

Meditar no es sentarse de una forma determinada, ni respirar esperando alcanzar un resultado, esto sería premeditar. Y premeditar es pensar reflexivamente una cosa antes de ejecutarla. En la premeditación hay una intención, un deseo, un propósito, un objetivo, una meta, una preparación, un planear, un programar.

Meditar no es concentrase en un chakra determinado, en una vela, una rosa o lo que fuere. Concentrase es forzar la mente para limitarla a un solo punto. Concentrarse es centralizar agrupar desechar, es decir todo lo opuesto a expandir. En la concentración hay un motivo un propósito una meta, por lo tanto también es premeditar.

Meditar no es repetir insistentemente una palabra ya sea ésta un mantra o una afirmación positiva tratando de autoconvencerse de lo que no se es. Esto tan solo sería una forma de disfrazar la realidad, un engaño un escapar de lo que es. Lo realmente importante no son las palabras ni las ideas, sino los hechos, lo que realmente somos y no lo que nos gustaría ser. Pero desgraciadamente le damos mas importancia a lo que nos gustaría ser que a lo que somos, a las palabras y a las ideas que a los hechos.

Meditar tampoco es visualizar, visualizar es formar la imagen de una cosa representada mentalmente, visualizar es ser imaginario, ficticio, utópico, irreal, ilusorio. Visualizar es como en las afirmaciones, evadirse de lo que realmente esta sucediendo, lo real lo verdadero lo que es.

Lo falso lo irreal lo ilusorio lo imaginario, es visualizar que sé está en medio de un gran bosque verde y hermoso, junto a un lago de agua tranquila y serena que nos trasmite una gran paz. Cuando internamente estamos en una guerra sin cuartel luchando contra nosotros mismos, autoengañandonos con imágenes placenteras para huir de lo que realmente esta sucediendo, que es lo real lo verdadero lo autentico.

Si uno sufre del miedo en cualquiera de sus formas y utiliza algún tipo de escape nunca podrá ver que el que produce el miedo, el que lo experimenta y el que trata de escapar de esa experiencia desagradable es uno mismo. Cuando tenemos miedo no nos damos cuenta que somos nosotros mismos los que creamos esa sensación de miedo, los que la experimentamos y después queremos que no se repita.

Lo mismo sucede con las experiencias agradables, nosotros mismos las producimos las experimentamos y después queremos que continúen. Nos podremos sentir muy bien experimentando una agradable sensación de paz y relajación, visualizando una puesta de sol recitando un mantra comiendo placenteramente o viendo un buen partido en la televisión.

El problema es que no nos damos cuenta de que esa sensación tan agradable no proviene de nada externo a nosotros, somos nosotros mismos los que producimos experimentamos y queremos que se repitan o no esas experiencias.

Meditar no es recitar extraños mantras, repetir frases positivas, ni sentarse de una forma rara e incomoda esperando que el Prana el Chí o la energía positiva inunde nuestro SER, tampoco es visualizar ni concentrarse.

Entonces

¿Qué es meditar?.

Según la real academia de la lengua meditar es aplicar el pensamiento con absoluta atención a la consideración de una cosa. Esto nos sugiere que si queremos saber que es meditar tenemos que examinar con atención al pensamiento, así que veamos que es la atención y más adelante veremos que es el pensamiento.

Estar atento es observar, vigilar, cosa que muy pocas veces hacemos y cuando observamos lo hacemos de un modo critico, miramos a la gente fijándonos en su personalidad, su aspecto su forma de vestir, pero nunca nos miramos a nosotros mismos a la hora de observar.

Si nos observásemos a nosotros mismos veríamos que nuestra mente siempre esta de cháchara consigo misma, en un ir y venir constante de pensamientos.

Este parloteo es incesante e innecesario, pues el pensamiento deberíamos utilizarlo solo y exclusivamente cuando lo necesitásemos, lo mismo que las piernas o las manos, cuando uno está sentado no necesita de las piernas para moverse, pero la mente ya estés de pie, sentado, acostado, despierto, o durmiendo, está incansablemente funcionando.

El problema radica en que no somos dueños de nosotros mismos porque nos identificamos con los pensamientos, permitiendo que domine nuestras vidas hasta tal punto que no podemos ser nosotros mismos ni por un solo instante. Ser uno mismo es vivir sin pensamientos, ser como un niño sin prejuicios, sin condenar, sin aceptar, ni rechazar nada, libre de todo condicionamiento ya sea éste social, cultural, político, religioso etc.

El pensamiento es memoria y la memoria es del pasado, éste es el motivo por el cual siempre vamos por delante o nos quedamos atrás, siempre estamos pensando en lo que hicimos o en lo que vamos hacer, nunca vivimos el presente activo, el aquí y ahora.

Vivir el aquí y ahora, ser conscientes, el despertar de la conciencia, estar atento, el tao, el camino, es todo lo mismo, diferentes palabras para definir una sola cosa, que es Meditar.

Estar atento es ser observador, vigilante, testigo de todo cuanto acontece tanto en lo interno como lo externo. Para estar atento tiene que haber un interés y una observación silenciosa, uno no puede estar atento si está parloteando constantemente consigo mismo. Si queremos aprender matemáticas, física química o lo que fuere y estamos hablando con nosotros mismos, pensando en lo que hicimos o en lo que vamos hacer, esa falta de atención no nos permitirá el que aprendamos.

Y el aprender acerca de nosotros mismos es meditar, no puede haber meditación sin conocimiento propio, el conocerse a uno mismo es el principio de la meditación. Uno no puede dar cuatro pasos sin empezar por el primero, ni se puede hablar de la muerte sin saber lo que es la vida, hablar del mas allá sin saber que es lo que hay aquí, ni decir que es Dios sin saber primero que somos nosotros. Si uno esta interesado en aprender no pude empezar sabiendo- que es Dios, la verdad, la sabiduría, la muerte, etc.- pues si ya sabe no necesita aprender.

El pensamiento al ser memoria, conocimiento, solo se puede mover desde lo que conoce hasta lo que conoce, éste es el limitado y estrecho campo en el que se puede mover, nunca puede ir mas allá de sí mismo, de lo conocido. Lo desconocido- La muerte, él mas allá, la reencarnación, Dios, la verdad etc.- lo damos por conocido basándonos en las ideas, pensamientos, conocimientos y experiencias de los demás, pero si queremos ser serios y sinceros con nosotros mismos tenemos que reconocer que solo sabemos que es lo desconocido apoyándonos en los conocimientos y experiencias de los demás.

Y si tenemos una experiencia ya sea esta agradable y placentera o de lo más desagradable, deberíamos de darnos cuenta que el que la produce, la experimenta y el que quiere que se repita o no, es el mismo. Cuando sentimos miedo, es la mente la que lo produce, lo experimenta y quiere escapar de esa experiencia desagradable. La mente sin darse cuenta se divide a sí misma en experimentador y experiencia, observador y observado. Pero el observador, es lo observado, el pensador el pensamiento y el experimentador lo experimentado.

No hay comentarios: