sábado, 29 de marzo de 2008

Respiración Consciente

La acción de respirar es algo que todos hacemos de una manera regular natural y automática, la forma en que lo hagamos puede afectar a nuestro bienestar tanto físico como psíquico.

Lo cierto es que muy pocos son los que toman realmente conciencia de que la respiración sobre todas las cosas significa vivir, es el aliento y el hilo conductor de nuestras vidas, del cual podríamos pasar muchos días sin comer o beber, pero tan sólo unos instantes sin respirar. Vean que nuestras vidas comienzan con una inhalación y termina con la ultima exhalación, o sea que es una serie ininterrumpida de respiraciones, y realmente muy pocas veces a lo largo de ese proceso nos detenemos a pensar cuan importante es y menos aun el intervalo que existe entre la inhalación y la exhalación.

Es entre todas las funciones humanas, la única actividad involuntaria sobre la que tenemos un control consciente que desaprovechamos, haciendo que esta sea mecánica inconsciente y repetitiva logrando que de esta mala forma en la que respiramos ejerza inclusive una gran influencia en nuestro modo de sentir.


Los malos hábitos

Prolongados períodos de respiración superficial provocan un debilitamiento del diafragma y de los músculos abdominales (respiratorios), que limita su capacidad de funcionar adecuadamente. La postura es otro de los obstáculos, incluso un leve hundimiento de los hombros ejerce un efecto negativo, reduce el volumen de la cavidad torácica, lo que obliga a respirar más con la parte superior (respiración superficial) que, mediante el empleo de las costillas y el diafragma.
Al agrandar la cavidad torácica penetra en la parte inferior de los pulmones mayores cantidades de aire, que a su vez, expulsa de allí más materiales de desecho y alivia las tensiones musculares en torno de las áreas del estómago y de las costillas. Al reducirse dichas tensiones, se vuelve automática la respiración correcta.

Una respiración adecuada es pues, aquella en la que llenamos los pulmones de aire en la zona inferior, media y superior. Se debería automatizar como ayuda en los momentos de estrés.

Cuando la respiración es superficial disminuye el nivel de anhídrido carbónico en el torrente sanguíneo, cuando este nivel desciende demasiado, se produce una contracción de los vasos sanguíneos de todo el cuerpo. Como consecuencia de esta vasoconstricción disminuye la cantidad de oxigeno que llega al cerebro, lo que provoca mareos, sensación de tensión y dolor de cabeza, produce un exceso de descarga de calcio en los tejidos (músculos y nervios), incremento de la sensibilidad nerviosa, etc. Una persona serena y relajada respira lenta y profundamente.

Existen tres tipos diferentes de respiración y una cuarta que es la suma de las otras tres.

1. Baja o abdominal: es la respiración con la que venimos al mundo y la mantenemos los primeros años de vida, hasta que nuestras tensiones nos hacen perderla

2. Media o intercostal: es la que a manera de urgencia, por la ocupación del abdomen, utiliza la embarazada.

3. Alta o clavicular: es la que practica inconscientemente y de forma habitual el ser humano.

4. Respiración completa: es la sumatoria de las 3 anteriores. Esta última es la respiración que usualmente se utiliza en las clases de Yoga. Tratando de llenar no sólo la parte baja de nuestros pulmones sino también la media y la alta.

Tanto la inhalación como la exhalación se realizan por la nariz. Lo que da como resultado el reestablecimiento de la vitalidad y el aumento de la resistencia a las enfermedades.

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