Meditación Mántrica

Introducción a la Meditación Mántrica

La pronunciación de mantras es una práctica muy común tanto en el hinduismo como el budismo ( y ahora en occidente) y aunque supuestamente estos deben ser transmitidos por un gurú de elevada preparación en un wang o iniciación y así resulte plenamente efectivo, aquellos que no hayan recibido este “preciado don” pueden recitarlo igualmente sin peligro alguno a caer en la desprotección de su gurú o santidad de moda puesto que todos (incluidos los maestros) somos iniciados.

Estos mantras son textos sagrados que supuestamente producen estados alterados de conciencia favorables para la meditación, ayudando aparentemente a una iluminación más anticipada. Para muchos budistas e hinduistas el mantra tiene una dimensión mágica: ayuda en la sanación de enfermedades, consuela en las desgracias, salva de peligros cotidianos, ayuda a superar multitud de problemas, ayuda a serenar el alma, eleva la espiritualidad, y corrige disfunciones mentales o caracterológicas.

Cada deidad tiene su propia frase característica o mantra que la invoca y ayuda al individuo a equipararse con el factor regido por esa deidad. Son diferentes las lenguas que se utilizan aunque las más frecuentes son el Tibetano y el sánscrito.

Aunque para nosotros el mantra mas conocido es “OM” el mas utilizado es, "OM Mani Padme HUM". Este mantra se refiere a la compasión del Buda Sakiamuni reposando sobre la sabiduría y evoca el momento en el que Shiddarta Gautama, el Buda histórico, alcanzó la iluminación. Este mantra está asociado a la deidad Avalokitesvara -conocida como Chen Resig entre los budistas o como Kuan Yin en su versión femenina. Las sílabas OM y HUM no poseen traducción y representan sonidos que conectan a la persona con dimensiones universales

El mantra OM, pronunciado de forma que la "m" dure unas tres veces más que la "o", de forma repetida, igualando la duración de la respiración a la del "mantra", es de eficaz ayuda para amplificar la conciencia, y alcanzar mejor visión de la realidad

Los mantras se pronuncian de forma rápida, acompañados muchas veces de la visualización de sus sílabas o de sus significados un total de 7, 21 o 108 veces. Para no desviar la concentración de la visualización, se emplean los "malas" o rosarios de mantras, de 108 cuentas, más una adicional que no se cuenta.

Existen también bija mantras o mantras de una sola sílaba que se asocian a cada uno de los siete "chakras" o centros energéticos del cuerpo físico.

Aunque yo personalmente recomiendo que estos mantras no se reciten solamente cuando nos sentamos en la posición de loto, en cualquier posición de asana o en nuestro querido, hermoso y bien ponderado “Sillón de todos los días” sino que dejemos que nuestro mantra nos acompañe a todas partes, cuando nos despertamos y vamos a la ducha, al manejar el auto, mientras comemos, laboramos etc. Tenemos que sentirlo como nuestro adorable compañero, de esta forma poco a poco nuestra particular neurosis ira decreciendo, haciéndose cada vez mas débil, nuestros alocados e incontrolados pensamientos dejan paso a nuestro mantra y ya solo quedará en nuestra mente el armonioso sonido de nuestra palabra iluminadora, ya pronto seremos los amos en lugar de los esclavos de nuestros propios procesos mentales, el dueño llegará a su morada y los esclavos (los pensamientos innecesarios) se postrarán ante nosotros.